Esto es lo que hizo la marca estadounidense Anvil con cuatro de sus modelos: una de algodón convencional (de 173 gramos), una de algodón reciclado (de 156 g.), una de algodón ecológico (de 141 g.) y una última elaborada a partir de algodón convencional y botellas de plástico PET (de 136 g.). Sin embargo, el estudio se centra en la huella de carbono de cada camiseta, es decir, en las emisiones de CO2 equivalente generadas por cada una de ellas a lo largo de todo su ciclo de vida: desde que se planta el algodón hasta que se convierte en residuo.