La guardia personal del emperador, la «Hetaireia», era una posición muy importante y a la vez muy peligrosa debido a la constantes intrigas políticas. Sin embargo, la formación de la Guardia Varega generó una figura de autoridad y constancia fiel al emperador, no a su persona, que era altamente necesaria. La Guardia Varega estaba siempre presente en compañía del emperador. Con esto, y con el compromiso de convertirse al cristianismo ortodoxo, Vladimir I logró casarse con Anna, la hija del emperador de Bizancio, y simultaneamente evitó pagar las soldadas de los veteranos varegos que mandó a Bizancio.