Aunque es más patente la vinculación del Celtic con el independentismo irlandés, el equipo católico presenta una segunda equipación escocesa a más no poder: en la camiseta se representa el tartán oficial del club, un guiño inequívoco a la cultura de Escocia. Su rival, el Rangers, es el equipo de los protestantes, de los unionistas y de los probritánicos de la vieja Alba.