Palabras reconfortantes que me animan a seguir el inquietante camino que queda ante mis pies. Con ese don que tienen los argentinos para embellecer las palabras y los momentos, me dió un consejo que le había regalado su padre hace tiempo para suplir los duros momentos de soledad: «Sal, camina hacia un parque, mira las estrellas porque están en el mismo punto desde el que la vemos todos, piensa que no estás solo, estás con todos nosotros».