Muchas de ellas son amigas íntimas de Inés y Virginia, otras simples admiradoras de su trabajo y, por supuesto, camiseta portugal todas son fanáticas de los vestidos que conforman su línea de prendas. Además, las casacas de fútbol pueden ser una pieza de colección para algunos aficionados, particularmente aquellas que son de edición limitada o que conmemoran eventos históricos. Máxime cuando el señor Klopp le dio un apretón, se hizo caquita por la pata abajo y quitó a Lewandowski con 1-0. Que más que por el cambio en sí, es por el mensaje que dio al equipo rival: estoy cagado, no me llega la camisa al cuello y árbitro, la hora.