En la siguiente temporada el equipo terminó décimo sexto en la tabla de la Segunda División, motivo por el cual la afición solicitó a la directiva del club su renuncia irrevocable. Aunque las cosas iban muy bien en el club, la jubilación forzosa de Mercer en 1964 marcó un período de agitación profunda en equipo. Tras este orgasmo musical llegó el turno de Ladilla Rusa que tampoco estuvieron ‘solos en casa’ como Macaulay Culkin.