Ya el entrenador -a la vez jugador- era Adolfo Pedernera, ante la salida de Aldabe. La base de este sistema era el pactismo, lo que mermaba la autoridad absoluta del rey, que debía ceder ante los estamentos si quería la colaboración de sus súbditos. Esta copa es entregada luego de que la Copa Jules Rimet fuera adjudicada de manera definitiva (tal y como lo establecía el reglamento) a Brasil cuando se coronó campeón por tercera vez en 1970. El equipo ganador además recibe un premio monetario, que en la última edición alcanzó los 16 millones de euros (equivalentes a más de 19 millones de dólares).