En cuanto a Blatter, no voy a decir nada que no hayan dicho los demás. Si de por sí el negocio resulta suculento para vendedor y comprador, la alta impunidad de la que gozan no ayuda nada a frenar su avance. Desde su empresa, repartida entre España y Reino Unido, Jordá ayuda a combatir el cambio climático y a conocer el uso de los recursos naturales o la conectividad de áreas remotas.