El motivo hay que buscarlo en el régimen fascista de Benito Mussolini, que como sabéis los fieles del blog, no era la primera vez que intevenía en el asunto de los colores de las camisetas de un club o de la selección. Habiendo salido la noche anterior hasta las tantas, fuerzas para correr un poquito en un terreno de juego, las justitas jejeje. Sí, de sus correrías extradeportivas siempre se hablaba mucho, tal vez relacionado con su languidez y su falta de huevina en la cancha.