Esa combinación de colores hace daño a la vista, parece el negativo de una foto. Pero era más bien una excepción permitida por ser una de las selecciones fundadoras del fútbol internacional. El Múnich 1860 tuvo un guiño con la famosa festividad teutona del Oktoberfest creando una camiseta de cuadros azules y blancos. También la elástica rosa, a pesar de que en el equipo se le puso el sambenito de gafe desde la derrota en Anoeta del mes de agosto.